Como especialistas en reformas en San Sebastián de los Reyes, sabemos que la declaración de la renta, cuyo periodo va desde el mes de abril hasta finales del mes de junio, en ocasiones nos permite realizar ciertas deducciones fiscales, o lo que es lo mismo, restar ciertas cantidades de dinero al monto total o base imponible con la que contará Hacienda a la hora de aplicarnos los impuestos.
Hacer esto, que es una práctica totalmente lícita y habitual, suele generar dudas con respecto a qué se puede llegar a deducir y qué no, siendo las más habituales las que tienen que ver con el mundo de la vivienda y, especialmente, con poder desgravar una reforma en casa.
¿Desgrava la reforma de mi vivienda?
La respuesta es sí: podemos desgravarnos de la renta las reformas de nuestra vivienda, aunque con condiciones. La primordial es que la vivienda sea nuestro lugar de residencia habitual y poder acreditar, mediante solicitud de certificado energético, que la reforma repercute en el nivel de sostenibilidad de la casa, lo que deberá hacerse tanto al inicio como al término de la misma.
Además, necesitaremos guardar muy bien todos aquellos justificantes de pagos que tengamos, los certificados de consumo energético, las fechas de inicio y finalización de los trabajos…etcétera, pues la documentación será requerida para su validación. Una vez que se constate, gracias a todo lo aportado, que hemos reducido en un 7% o más la demanda de energía, podremos seguir adelante con el objetivo de reducir nuestra carga tributaria.
Por eso se debe solicitar el certificado energético también al inicio de la reforma, pues en la verificación de la documentación aportada se busca saber si se ha mejorado la eficiencia verdaderamente o no, siendo también muy importante guardar todo ese papeleo una vez hayamos terminado, y al menos durante cuatro años, por si acaso quisiesen realizarnos alguna inspección.
¿Qué reformas desgravan?
En este punto, deberemos tener muy claro que tan solo son tres los tipos de desgravación de una reforma que podremos deducirnos en la declaración de la renta: obras en los sistemas de refrigeración y calefacción con las que reduzcamos la demanda, reformas con las que consigamos disminuir el consumo de energía no renovable, y rehabilitación de edificios para la mejora de su eficiencia energética.
Esto quiere decir que, si lo que buscamos es deducirnos las reformas estéticas de nuestra casa, no podremos hacerlo, al igual que tampoco podremos deducirnos la compra de la vivienda, pues esta posibilidad ya fue eliminada hace tiempo. En cualquier caso, deberemos informarnos bien sobre las deducciones autonómicas, según dónde vivamos, pues pueden presentar particularidades especiales en las desgravaciones de la declaración de la renta.
¿Cuánto se desgrava?
En cuanto al importe que podríamos deducirnos al desgravar una reforma en casa, este suele ir desde el 20% hasta el 60%, lo que depende fundamentalmente de ese nivel de eficiencia que consigamos. Así, el 20% lo conseguiríamos con las reformas destinadas a calefacción y refrigeración, un 40% si la reforma tiene que ver con el consumo de energía no renovable, o un 60% si está relacionada con la rehabilitación de edificios comunitarios.
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