Hoy en día todo tiene “fecha de caducidad”, y no nos referimos a los teléfonos móviles o a los productos alimentarios, si no también a las viviendas. Y es que tanto si te acabas de comprar una casa, como si llevas años viviendo en una, las casas antiguas tienen elementos que con el paso de los años se van quedando obsoletos. Uno de ellos es la instalación eléctrica, que más allá de ser algo visual, puede suponer un peligro para los habitantes y que pueda desencadenar en reformas mayores.
Aunque creas que es algo innecesario, muy complicado o, sencillamente, una molestia, cuando experimentes la mejora de su funcionamiento y su seguridad, seguro que te das cuenta de la importancia que tiene la instalación eléctrica. Y es que hay que tener en cuenta que hace tres o cuatro décadas no contábamos con tantos aparatos electrónicos que enchufar a la corriente eléctrica. Por tanto, en la actualidad, las instalaciones necesitan un nivel de potencia que antes no tenían, por no hablar de que no se ajustan a las normativas aprobadas. Si el cableado de una vivienda tiene unos 25 o 30 años, tienes que estudiar su sustitución. Como expertos en reformas integrales en San Sebastián de los Reyes, ¡nosotros te explicamos los pasos!
Pasos a seguir para cambiar la instalación eléctrica de tu casa antigua
En Vivienda Sana te explicaremos los pasos a seguir para cambiar la instalación eléctrica de tu casa antigua pero antes tienes que evaluar si tienes la suficiente experiencia. Si no, deberás contar con personal calificado porque es un trabajo que requiere conocimientos específicos.
- El primer paso es cortar la electricidad de toda la casa.
- Después quita tomacorrientes, lámparas, interruptores, bocas de paso y cualquier cosa que no te permita acceder al cableado de manera fácil.
- Verifica si se utilizaron tuberías para pasar los cables, ya que esto te facilitará muchísimo tu trabajo. Por el contrario, deberás romper las paredes para poner la tubería. Recuerda que si algún pedazo de cable viejo se queda en tus paredes no hay problema, siempre y cuando no esté conectado a alguna fuente de energía.
- Si tienes tuberías, puedes incluso aprovechar esos cables viejos para atarlos a los nuevos y tirar de ellos. Si están muy viejos y se rompen, deberás usar una guaya para hacer este mismo procedimiento. Puedes comprar lubricantes especiales en cualquier ferretería.
- Una vez que pases todos los cables y hayas realizado todos los empalmes necesarios, asegúrate de que no haya ninguna conexión cruzada. A continuación conecta los cables al interruptor principal y con un probador de corriente ve revisando cada una de las tomas y salidas.
- Finalmente, vuelve a quitar la energía y comienza a conectar lámparas, tomacorrientes y demás cosas que habías quitado anteriormente. En este paso debes tener mucho cuidado, ya que es donde se comenten la mayoría de errores.
¿Qué tener en cuenta antes de cambiar una instalación antigua?
Es fundamental efectuar una revisión previa que determine el estado en el que se encuentra la instalación. En este sentido, hay que ver si los cables están pelados y pueden provocar un cortocircuito o si los dispositivos como el cuadro de mandos están demasiado desgastados o han quedado obsoletos.
En función del resultado que arroje este análisis, podrás valorar si es suficiente con cambiar algunas piezas o si, por el contrario, lo mejor es llevar a cabo una renovación integral. Plantéate esta última opción si la instalación tiene más de dos décadas de antigüedad.
Además, lo más recomendable es confiar este trabajo a un electricista experimentado, ya que conocerá los protocolos a seguir para realizar su labor de manera completamente segura y, de este modo, minimizar los riesgos que podrían ocasionar graves accidentes, como cortocircuitos o incendios.
- La antigüedad del edificio es determinante: Has de conocer el año de construcción de tu edificio, así como las revisiones a las que ha sido sometido en lo que respecta a la instalación eléctrica. En general, estas actuaciones se suelen llevar a cabo cada 10 años en inmuebles antiguos. En cualquier caso, si la instalación tiene más de 30 años y nunca ha sido cambiada, deberás renovarla por completo por cuestiones de seguridad. No olvides que, probablemente, el cuadro general todavía cuente con un automático fino (ICP) y un diferencial.
- La importancia de la toma de tierra: En la actualidad, las nuevas construcciones incorporan la toma de tierra en su instalación. Este es un detalle importante que no debes pasar por alto, ya que puede evitar que se produzcan graves accidentes indeseados. La mayoría de edificios antiguos, por el contrario, no disponen de la necesaria puesta a tierra. Si este es tu caso, deberías plantearte efectuar las reformas correspondientes. Te darás cuenta, por ejemplo, si los enchufes de tu casa no tienen unas patillas metálicas salientes por la parte de arriba y de debajo del agujero donde se enchufa la clavija.
- Otros detalles a valorar: Otro aspecto que te dará muchas pistas sobre si la instalación eléctrica de tu vivienda es más antigua de lo recomendable está relacionado con las cajas de registro. Si su forma es circular y su tamaño pequeño, han quedado obsoletas (salvo que el cableado haya sido sustituido con anterioridad). Dado este caso, y si el cuadro también es antiguo y mantiene el interruptor de control de potencia, lo mejor es que abordes la renovación integral de la instalación eléctrica. En la nueva caja, este será sustituido por un contador de telegestión.
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