La cerámica y todas sus vertientes nos ofrecen una gran variedad de acabados y estilos. Por lo tanto, no es de extrañar que se haya convertido en el tipo de revestimiento y pavimento favorito de muchos hogares o negocios. Como especialistas en reformas en San Sebastián de los Reyes, te contamos sus claves.
Las baldosas cerámicas, tal y como te explicábamos, son perfectamente idóneas tanto para suelos, como para revestir las paredes. Normalmente se presentan en placas de poco espesor, fabricadas a partir de arcillas y otros compuestos a partir de materias primas inorgánicos.
Hay muchos tipos y variedades de baldosas cerámicas, con mayor o menor resistencia a las inclemencias del tiempo o específicas para determinados usos. Pero su procedimiento de elaboración suele pasar por moldearlas, secarlas y cocerlas.
Así, damos lugar a diferentes estilos y variedades, los cuales han sabido encontrar su hueco en el mercado y permiten amplias posibilidades de personalización y diseño incluso en una misma estancia, pudiendo combinar varios tiempos.
Encontramos los azulejos, los pavimentos de gres, el gres porcelánico, el gres rústico, y el barro cocido. Cada uno de ellos presenta propiedades diferentes en cuanto a aspecto, porosidad, esmaltado, textura… Así que antes de decidirte por uno u otro, es recomendable que conozcas antes sus características y cómo se comportará.
Una vez hayas escogido el tipo de revestimiento o pavimento de cerámica que mejor encaje con tus necesidades y gustos, no tardarás mucho tiempo en darte cuenta de toda sus ventajas: calidad de acabados, durabilidad y resistencia al tránsito y a las condiciones meteorológicas, calidez y diseño para el hogar…
Además, se trata de un material altamente antideslizante, por lo que será muy seguro para todos los habitantes de la casa, incluidos los más pequeños o las personas con movilidad reducida. Incluso si el pavimento está mojado, hoy en día muchas baldosas cerámicas incorporan tratamientos para evitar el deslizamiento.
¿Qué temperatura soporta la cerámica?
Aparte de a la humedad y a los productos químicos, la cerámica es altamente resistente a los cambios de temperatura. Por ello, es un material que se comporta de forma óptima tanto en exteriores como en interiores y en las fachadas de todo tipo de edificios.
De hecho, para su proceso de fabricación se obtiene en hornos que llegan a superar los 1000 °C de temperatura. Pero si además se mejora su composición con otras materias, arcillas y óxidos, su resistencia a las temperaturas llega a multiplicarse.
Así que si estás buscando un material duradero, que soporte perfectamente los cambios de temperatura, que no conduzca la electricidad y además aporte un acabado acorde con tus gustos y estilo, infórmate sobre las posibilidades que te ofrece la cerámica para tu próxima reforma.
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